martes, 16 de abril de 2013

Carbón de Bambú: el “Diamante Negro” del siglo XXI


Por Claudia Araiza
Urban Bamboo
ca@urbanbamboo.com



Siendo el bambú la especialidad de Urban Bamboo y, por lo tanto, nuestra fuente de estudio constante, en esta ocasión queremos compartirles nuestro asombro ante las diversas propiedades y usos del lado más innovador de esta maravillosa planta: el carbón de bambú.

Desde la época de la Dinastía Ming de China (1368-1644), el carbón de bambú ya se utilizaba en gran medida como una fuente de combustible. Posteriormente, su desarrollo tecnológico tuvo su auge en Japón al descubrirse nuevos usos entre los que destacan el purificar el agua, absorber humedad, eliminar olores y aliviar ciertos problemas de salud.

Actualmente podemos encontrar aplicaciones del carbón de bambú en por lo menos ocho categorías: textiles (ropa interior, camisetas, bufandas, medias, forro de chaquetas, sombreros y lencería), materiales de construcción (pintura), alimentos (pasteles, repostería, pan y fideos), productos para la salud (protectores para cintura, rodillas y codos), productos para el medio ambiente (purificadores de aire y agua, fertilizantes), cosmética y belleza (esponja para eliminar acné, cepillos para el pelo que reducen la estática), así como instrumentos musicales y dispositivos periféricos (alfombrilla para ratón)




El carbón de bambú y sus propiedades

El bambú se utiliza para hacer carbón cuando tiene de 4 a 5 años. El proceso consiste en quemarlo a 600 grados Celsius o más. A diferencia del carbón obtenido de otras maderas, el que se obtiene del bambú está conformado por un mayor número de pequeñas cavidades, lo que lo convierte en un excelente humidificador ya que puede absorber la humedad del aire hasta 2500 m2 por gramo de carbón.

Estudios realizados por científicos japoneses han encontrado que el carbón de bambú también absorbe olores ambientales, elimina bacterias, genera iones negativos que, se dice, favorecen a la tranquilidad mental, y utiliza los efectos infrarrojos que mejoran la circulación sanguínea.

De la carbonización del bambú se obtiene otro compuesto químico conocido como “vinagre de bambú”, el cual se utiliza como medicina, antimicótico, insecticida, repelente de mosquitos y termitas, fertilizante, entre otros usos.

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El carbón de bambú en su estado no activado se utiliza para fortalecer las estructuras de suelos. Una vez activado, tiene aplicaciones tanto en las industrias tradicionales como de alta tecnología debido sus efectos de rayos infrarrojos, que se caracterizan por su capacidad para elevar la temperatura corporal y mejorar la circulación sanguínea; corregir el metabolismo, estimulando el crecimiento celular; y liberar iones negativos, los cuales contribuyen a un mejor estado de animo y mejor desempeño físico, así como a esterilizar las bacterias dañinas del aire. Debido a estas propiedades terapéuticas, es altamente recomendable para problemas de insomnio, fatiga, dolores de cabeza, hombro y cuello.

Chen Wen-chi, uno de los principales impulsores de la industria del carbón de bambú en Taiwan, y actual director del  Departamento de Tecnología de Eco-materiales, del Centro para Tecnología de Filme Delgado y Nano Polvo, del Instituto de Investigación sobre Tecnología Industrial, señala que el procesamiento a carbón activado eleva el valor de los productos del bambú a US$15,25-$30,50 por kilogramo.

La nanotecnología y el carbón de bambú en los textiles y cerámica

Según un artículo publicado en internet por Tso Lon-di, (Enero, 2009), la industria de textiles ha sido una de las principales beneficiarias de la nano tecnología, ya que puede usarse para hacer fibras que son en sí mismas de nano tamaño, o para crear nano revestimientos que pueden aplicarse a fibras naturales o sintéticas de tamaño normal.

Asimismo, la nano fibra de carbón de bambú puede fabricarse agregando nano polvo de carbón de bambú durante el proceso para hilar las fibras de tamaño normal, o agregando carbón de bambú a los polímeros sintéticos. Estas telas hechas con nano fibras de carbón de bambú tienen la capacidad de absorber olores y humedad, mantener el calor y resistir el moho y los microbios, además de sus propiedades terapéuticas ya mencionadas anteriormente. Algunos ejemplos de textiles hechos con carbón de bambú son: almohadas, frazadas, muñequeras, forro de chaquetas, bolsas de dormir y ropa deportiva.

En lo que respecta a la industria de la cerámica, se pueden hacer productos como envases, botellas y tazas “energéticas”, ya que el carbón de bambú enriquece la bebida al hacerla más dulce y suave, debido a que absorbe el cloro del agua, y ayuda a elevar la renovación celular.

El carbón de bambú y Urban Bamboo

Para proporcionar bienestar a las personas con estilos de vida “eco-friendly”, Urban Bamboo aplica la tecnología del carbón de bambú en el diseño de espacios y productos sustentables, dentro del sector turístico como en el hogar. Entre ellos encontramos: la bolsa “Air Purifier”, colchonetas para cama de dormir y cama de sol, almohadas y cojines, bolso para los zapatos, etc.

Todos estos productos eliminan la humedad/sudor y olores, son antibacterianos y terapéuticos (proporcionando un mejor descanso), funcionan como desodorizantes en lugares cerrados y en frigoríficos, y absorben las ondas electromagnéticas de los aparatos tecnológicos que utilizamos en el día a día (ordenadores, teléfonos móviles) 

Las propiedades del carbón de bambú en su estado activado se recargan al ponerlo en contacto con el sol (recomendable una vez al mes), contando con una esperanza de vida de hasta dos años. Después de este periodo de tiempo el carbón se puede difundir en plantas del jardín, puesto que ayuda al crecimiento de las mismas y las hace más fuertes.

Los productos hechos con carbón de bambú no solo tienen propiedades fantásticas, sino que además son biodegradables. Por ello lo podemos considerar como el “diamante negro” del siglo XXI, tal como ya se le conoce en países como Japón.